La película
“Pollock” (2000) narra la vida del pintor abstracto estadounidense, Jackson
Pollock. Un hombre con una personalidad compleja y adicto al alcohol que busca
el éxito en el mundo artístico en la década de 1940. Junto a él aparecen en la
pantalla tanto su familia, como nombres relevantes de la cultura estadounidense
de la posguerra: la pintora Lee Krasner, con quien termina casado, el pintor de
origen neerlandés Willem de Kooning y Peggy Guggenheim.
Pollock pasa
en muy pocos años de ser un completo desconocido, a convertirse en el artista
estadounidense más relevante de su tiempo, dando a luz la representación
artística en la pintura abstracta. Sus obras son fascinantes, ya que expresan,
no sólo el malestar de la cultura estadounidense para la década de los 1940 y 1950,
si no que de igual forma refleja su vida, junto con la dificultad e infelicidad
de la misma.
Debido a su
trabajo, empezó a ser identificado como artista surrealista y de una forma u
otra, sus obras comenzaron a compararse y relacionarse con el automatismo. Este
pretende reflejar los fenómenos psíquicos que tienen lugar en el interior del
artista. Más adelante, comenzó a inspirarse y crear obras bajo las influencias
de Picasso y el psicoanálisis, el cual utiliza como terapia para controlar su
alcoholismo.
Pollock marcó principalmente, la
caracterización en su dimensión artística, entre otras cosas, por ser uno de
los renovadores del concepto de la plasmación gráfica a través de una serie de
técnicas de tratamiento de la pintura, la teorización fundamentada y racional
que conlleva la explicación del desarrollo de la abstracción en la realización
de sus trabajos.
Referencia:
Película "Pollock" (2000)
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